Cada vez nos encontramos a más jóvenes interesados en acceder a la competición profesional del mundo de los eSports. Sin embargo, como ocurre en los deportes tradicionales, si no disponemos de una equipación adecuada, es decir, de una setup gaming que nos permita rendir al máximo, seremos incapaces de llegar a lo más alto por una cuestión técnica.
No todos los videojuegos profesionales tienen los mismos requisitos, y existen grandes diferencias a la hora de elegir componentes según la elección que hagamos. Por eso vamos a intentar hacer un breve desglose teniendo especialmente en cuenta los elementos más importantes para que tengas que invertir lo mínimo para alcanzar lo máximo.
Resumen
El equipo gaming: la primera pieza de este rompecabezas
Muchos piensan que todo profesional que se precie debe tener un ordenador de última generación con un procesador i7, mucha memoria RAM y una tarjeta gráfica de casi un millar de euros como la RTX 2080Ti. Pero, en cierto modo, los videojuegos profesionales más populares, Fortnite, DOTA 2, League of Legends, Counter Strike Global Offensive, Overwatch y la mayoría de los juegos de cartas, necesitan muy pocos recursos para funcionar o se pueden configurar para ser menos exigentes. Con un equipo moderado es posible alcanzar suficientes FPS (Frames por Segundo), que es el número al que más atención debes prestar, dado que es un gran indicador de si tu ordenador está rindiendo al máximo.
Lo ideal es que siempre aspires a tener unos 150 FPS de manera estable, salvo que juegues a un juego que requiera nos recursos gráficos, como PUBG, Apex Legends o Battlefield V.
Existen procesadores moderados dentro de la gama Intel i5, y muchos AMD, que pueden alcanzar los 150 FPS sin problemas para LOL y CS:GO, entre otros. En cuanto a la gráfica, hoy en día una GTX 1070 bastaría más que de sobra para alcanzar esa cifra e incluso alguna inferior, como la GTX 1060 o la RX 580, que giran en torno a los 200 euros. Por eso, con un presupuesto de 1000 euros para tu setup gaming, podrías aspirar sin problemas a jugar competitivamente a cualquiera de los juegos anteriormente mencionados.
El monitor: un elemento imprescindible en toda setup gaming
Hay veces que invertimos más de lo que tenemos en el equipo gaming, y luego nos olvidamos de una de las piezas más imprescindibles en toda setup gaming que se precie: el monitor.
Aunque parezca mentira, los monitores más grandes no son mejores para jugar. Está estudiado que el tamaño perfecto es de 24 pulgadas: lo suficientemente grande para ver todo con detalle, pero lo suficientemente pequeño para que tus ojos lleguen a todas partes rápidamente. En cambio, la tasa de refresco y la latencia sí son importantes. Por eso debes aspirar a un monitor de 144Hz con una latencia de 1ms, algo que se consigue a bajo precio con un panel TN.
El resto de las opciones, como G-Sync, no aportan apenas ventajas a la hora de jugar a nivel competitivo. Es cierto que algunos monitores incorporan ciertas tecnologías adicionales que esclarecen los puntos oscuros del mapa, algo a valorar si quieres tener un plus para ganar partidas. Pero has de tener en cuenta que en torneos presenciales, no te permitirán usar tu monitor personal, por tanto es importante tener uno bueno, pero no en exceso.
Los mejores periféricos para una setup gaming
Existen cuatro periféricos en los que debes invertir porque marcarán la diferencia significativamente: teclado, ratón, auriculares y micrófono.
Teclado gaming: es relevante pero no lo más importante
Posiblemente el teclado sea lo más sencillo de elegir. Lo ideal es optar por uno mecánico, como quizá ya hayas sospechado. Puede ser que te confunda un poco la variedad de interruptores que existen, pero si quieres ir a lo fácil, tenemos dos tipos de interruptores sobresalientes en el mundo del gaming: los famosos MX Cherry Red (los rojos) y los Romer-G de teclados Logitech. Los primeros son la opción por excelencia del jugador profesional, pero puede que a los segundos los encuentres a mejor precio.
El ratón gaming: la noche y el día de un setup gaming ganador
Si un tenista necesita una buena raqueta, un gamer profesional necesita un gran ratón en su setup gaming. Existen ciertos ratones que son más recomendables y no debemos escatimar en este elemento. Los de menos de 20 euros nunca suelen ser una buena opción.
Pero es muy difícil elegir solo basándonos en las especificaciones técnicas. Lo ideal es que el ratón tenga la mínima latencia o la máxima tasa de respuesta, aunque hay otros factores como la ergonomía, e incluso la alfombrilla, que serán importantes para mejorar nuestra precisión. El ratón suele ser un elemento muy personal, y por ello existen diferentes tamaños que se adaptan a diferentes manos. Algunos incluso traen pequeñas pesas para adecuarse también a nuestra fuerza.
Lo más probable es que a lo largo de tu experiencia cambies varias veces de ratón hasta encontrar uno que se adapte a la perfección a ti. Además, estos se desgastan mucho más rápido que el resto de los componentes.
Auriculares y micrófono: todo en uno o por separado
En este aspecto existe mucha polémica, dado que hay quienes prefieren tener todo junto y otros que piensan que por separado se consiguen mejores resultados. Generalmente es más fácil encontrar un buen auricular sin micrófono de estudio a un precio más reducido. Marcas como Takstar y Superlux han sabido acoger muy bien este concepto. Si no vas a hacer streaming, cualquier micrófono te valdrá para tu setup gaming.
Por eso, si no te quieres complicar, existen marcas del gaming comercial, como Cooler Master, que han traído los “drivers” de auriculares de estudio a los jugadores profesionales.
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