Quizá hayas oído hablar de las scrims alguna vez, especialmente si has tenido la oportunidad de jugar a algún videojuego en equipo. Aquí vamos a explicar en qué consiste para aquellos que no estén familiarizados con esta terminología y aquellas nociones básicas que debes tener en cuenta antes de adentrarte en este fascinante mundo para aprender sobre los eSports con mayor profundidad.
Resumen
¿Qué son las scrims?
El término de las scrims viene del concepto anglosajón skirmish, que traducido al español significa “escaramuza”. Hemos de decir que este término evolucionó etimológicamente a scrimmage, pero para simplificar todos usamos la forma corta scrim en la actualidad. Como ya sabremos las escaramuzas son una forma de pelea corta que trata de reproducir uno de los escenarios que podríamos encontrar eventualmente en una batalla de mayores dimensiones.
De aquí, especialmente en deportes convencionales en países de habla inglesa se hablaba de scrims cuando equipos deportivos de diversa índole competían de manera amistosa en un partido de proporciones reales con la mentalidad competitiva, pero sin jugarse nada realmente.
Podríamos pensar que las scrims son lo más parecido a lo que consideramos como un partido amistoso, pero tienen ciertas peculiaridades. La primera y fundamental es que las scrims, a diferencia de los partidos amistosos, se planifican con el objetivo de practicar algo pactado de antemano. Por ejemplo, en League of Legends se puede concertar una partida en la que tanto el equipo que propone la scrim como aquel que se dispone a jugarla tengan una composición de personajes muy concreta en ambos bandos.
Es por ello que sean muchos los equipos profesionales los que establezcan ciertos vínculos con otros equipos de su sector para entrenar a través de las scrims y esto les acabe dando una ventaja sobre el resto que no se esté planificando de esta manera.
¿Qué tipo de provecho podemos sacar de las scrims?
Como ya hemos explicado, las scrims, a diferencia de los partidos amistosos, deben estar siempre diseñadas con el objetivo de practicar algo muy concreto. Los partidos amistosos también se dan en la escena competitiva, pero el objetivo es simplemente practicar como si estuviéramos en un escenario de torneo real, en el que no tenemos absolutamente ningún control sobre las variables.
Las scrims suelen ser generalmente un escenario de experimentación y testeo. Podemos argumentar que en partidas normales que proporcionan los juegos, podemos hacer estas prácticas si se dan las condiciones y tenemos suficientes horas para conseguir la variedad que necesitamos. Pero las scrims permiten seleccionar a dedo una serie de características que en otras condiciones podrían darse a lo mejor en 1 de cada 10 partidas, lo que implicaría una inversión grande en tiempo para alcanzar ese punto concreto.

Algunos ejemplos para practicar
Lo más evidente que suele venir a la mente son las composiciones para la mayoría de los juegos en equipo, pero más especialmente aquellos del tipo MOBA como DOTA 2 o League of Legends, donde el componente de drafting es clave para un resultado satisfactorio en la partida.
Pero existen otras tantas opciones como vamos a plantear a continuación:
- En ciertos juegos como Counter Strike, donde un componente clave es el mapa, se pueden organizar scrims intensivas, con un enfoque total en cierto mapa, más que en la partida en sí. Se pueden practicar en cierto mapa diferentes configuraciones de posiciones de defensa, dónde lanzar las bombas, cómo atacar de manera defensiva o agresiva, etc. Gracias a las scrims se descubren nuevas tácticas que de otro modo resultarían una inversión de tiempo atroz, dado que en modos de juego estándar nosotros no podemos forzar el mapa en cuestión de manera secuencial.
- Los famosos combos, algo que generalmente se puede practicar en partidas genéricas, pero no podemos valorar su efectividad ante ciertos enemigos específicos. Gracias a las scrims, no solo podremos evaluar su viabilidad, sino también analizar otros aspectos más sutiles, como las fortalezas y debilidades del combo en cuestión y si existen formas eficaces de contrarrestarlo que podamos haber pasado por alto, si el enemigo nunca tiene la oportunidad de hacerlo.
- La coordinación como equipo o una estrategia global es algo que también se podría practicar en partidas regulares, pero en las scrims se puede plantear de una manera específica, sobre todo haciendo hincapié que el equipo enemigo pueda tener las herramientas para contrarrestarlo. Es muy común que en partidas normales diseñemos una sorpresa al enemigo (conocida en el mundo competitivo como cheesing), y podamos pensar que es algo que va a ser siempre efectivo, mientras no se popularice. Pero ¿qué ocurriría si somos nosotros los sorprendidos? ¿Cómo reaccionamos o rediseñamos nuestro plan original cuando no se cumplen nuestras expectativas? Aquí es donde la oportunidad de jugar scrims destaca.
Organizando una scrim
Existen muchas comunidades como Reddit en las que podemos encontrar gente buscando este tipo de enfrentamientos. Lo ideal es que desde que empecemos a jugar en un equipo, tengamos ciertas “alianzas” con otros equipos de nivel similar y en un ambiente sano de competición podamos a ir proponiendo y recibiendo propuestas de tal manera que todos los involucrados en este proceso saquen un beneficio de compartir su tiempo.